En el tranquilo pueblo de Colina Verde, había un jardín en la escuela primaria conocido por su belleza y misterio. Este jardín, lleno de flores de todos los colores imaginables, tenía la peculiaridad de cambiar su apariencia según las emociones y la identidad de las personas que lo visitaban. Nadie sabía quién había creado el jardín o cómo funcionaba su magia, pero todos lo respetaban y lo cuidaban con esmero.
Un día, justo antes del Día Internacional de la Juventud el 12 de agosto, un grupo de amigos formado por Ana, Diego, María y Javier, decidió explorar el jardín más a fondo. Eran niños curiosos y aventureros, siempre en busca de nuevas experiencias y conocimientos. Ese día, mientras jugaban entre las flores, Ana notó algo peculiar.
—Miren, las flores cambian de color cuando nos acercamos —dijo Ana, señalando una flor que se tornaba azul cuando María se acercaba, y luego rosa cuando Javier lo hacía.
Intrigados, los amigos comenzaron a experimentar. Se dieron cuenta de que las flores respondían a sus emociones y a algo más que no podían entender del todo. Decidieron hacer una lista de observaciones para intentar descifrar el misterio del jardín.
Pasaron días observando y anotando cambios. Descubrieron que cuando alguien se sentía triste, las flores se volvían moradas, y cuando alguien estaba feliz, se tornaban amarillas. Pero había algo más profundo que notaron: las flores también cambiaban según cómo cada niño se identificaba a sí mismo.
Diego, quien siempre había sentido una conexión especial con los colores del arcoíris, se dio cuenta de que las flores se volvían de múltiples colores cuando él se acercaba. María, que amaba el azul profundo del mar, notó que las flores reflejaban ese mismo tono cuando ella estaba cerca. Ana, que a veces se sentía más cómoda vestida como un chico, vio cómo las flores cambiaban a un verde fuerte cuando estaba en el jardín.
Los niños se dieron cuenta de que el jardín respondía no solo a sus emociones, sino también a su identidad y cómo se sentían con respecto a sí mismos. Decidieron compartir su descubrimiento con su maestra, la Señora Clara, una mujer comprensiva y siempre dispuesta a escuchar a sus alumnos.
—Señora Clara, creemos que el jardín tiene magia —dijo Javier con entusiasmo—. Las flores cambian de color según nuestras emociones y cómo nos sentimos con nosotros mismos.
La maestra Clara los escuchó con atención y luego les sonrió.
—Creo que han descubierto algo muy especial, niños. El jardín refleja la diversidad y la belleza de cada uno de ustedes. Este es un lugar donde todos pueden ser ellos mismos y sentirse aceptados tal como son.
Decidida a apoyar a sus alumnos, la maestra Clara organizó una actividad especial para el Día Internacional de la Juventud. Invitó a todos los estudiantes y sus familias al jardín para celebrar la diversidad y la aceptación.
El día del evento, el jardín estaba lleno de personas. Había estaciones donde los niños podían pintar flores en papel, crear coronas de flores y escribir mensajes de apoyo y amor para sus compañeros. Ana, Diego, María y Javier lideraron una pequeña ceremonia donde compartieron su experiencia y lo que habían aprendido sobre la diversidad y la identidad.
—Este jardín nos ha enseñado que todos somos diferentes y que está bien ser uno mismo —dijo María—. No importa cómo nos identifiquemos o qué emociones sintamos, todos merecemos respeto y amor.
Los presentes aplaudieron y muchos se sintieron conmovidos por las palabras de los niños. La celebración fue un éxito, y el jardín se convirtió en un símbolo de aceptación y diversidad en Colina Verde.
A partir de ese día, el jardín mágico se convirtió en un lugar donde todos podían ir a reflexionar, compartir sus sentimientos y celebrar su identidad. La escuela y la comunidad aprendieron a valorar y respetar la diversidad, entendiendo que cada persona es única y que eso es lo que hace al mundo un lugar tan especial.
Y así, el jardín mágico de Colina Verde siguió floreciendo, reflejando las emociones y la identidad de todos aquellos que lo visitaban, recordándoles siempre que la verdadera magia vive en aceptar y amar a los demás tal como son.
+ CUENTOS CORTOS
VISITA LA TIENDA
BlogLenteja 