
Cada 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos. Esta fecha busca resaltar la importancia de estos espacios como centros de aprendizaje. También se destaca su rol en la preservación del conocimiento. Además, conectan con la historia natural y cultural de nuestras sociedades.
Para quienes están comprometidos con el cuidado del medio ambiente, los museos de ciencias naturales representan una parada obligada. También son imprescindibles para quienes sienten un profundo interés por la biodiversidad.
En México, hay varios museos dedicados a la vida natural. No solo resguardan colecciones científicas, sino que también ofrecen experiencias educativas. Estas experiencias fomentan la conciencia ecológica y el respeto por el entorno. Aquí te compartimos una selección de los más destacados. Son ideales para visitar en familia, con amigos o en solitario. También te permiten reconectar con el asombro por la naturaleza.
Museo de Historia Natural (CDMX)
Ubicado en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, este museo es uno de los más emblemáticos del país. Cuenta con exposiciones sobre el origen del universo, evolución de la vida, biodiversidad mexicana y problemáticas ambientales actuales. Sus salas invitan a reflexionar sobre la relación del ser humano con el planeta. Nuestras acciones afectan los ecosistemas.
Tip: ideal para niños, estudiantes y personas interesadas en temas ecológicos. Cuenta con actividades temporales, talleres y recorridos guiados.
Museo de la Biodiversidad (Puebla)
Este museo universitario es parte del Instituto de Ciencias de la BUAP. Es un espacio dedicado a mostrar la diversidad biológica del estado de Puebla. También muestra la diversidad biológica de México en general. Presenta colecciones de insectos, reptiles, aves y mamíferos, además de ejemplares botánicos. Es una excelente forma de aprender sobre las especies que habitan nuestros ecosistemas y su importancia ecológica.
Consejo: es un lugar ideal para quienes deseen profundizar en temas de conservación regional y endemismo.
Museo de Ciencias de la UNAM Universum (CDMX)
Aunque su enfoque es general, el Universum cuenta con varias salas. Estas salas están dedicadas a la ecología, el cambio climático y la vida en la Tierra. Los recursos interactivos y multimedia hacen que la visita sea dinámica y accesible para todas las edades. Uno de sus principales objetivos es despertar la curiosidad científica y la responsabilidad ambiental en sus visitantes.
Tip: consulta su calendario de eventos. Con frecuencia, organizan actividades especiales por el Día del Medio Ambiente. También se realizan durante la Semana de la Ciencia.
Museo de Historia Natural “José Narciso Rovirosa” (Tabasco)
Este museo en Villahermosa se especializa en la historia geológica y biológica del sureste mexicano. Cuenta con fósiles, muestras geológicas, exhibiciones sobre selvas tropicales y fauna local. Es un sitio especialmente valioso para comprender la riqueza de los ecosistemas húmedos y su fragilidad frente al cambio climático.
Consejo: ideal para quienes viajan por el sureste y desean incluir un enfoque ambiental y educativo en su itinerario.
Museo de Paleontología Eliseo Palacios Aguilera (Chiapas)
Ubicado en Tuxtla Gutiérrez, este museo ofrece un recorrido por la vida prehistórica del estado y sus antiguos ecosistemas. Su enfoque es más paleontológico. También despierta la reflexión sobre cómo los ambientes han cambiado. Considera cómo las especies se adaptan o desaparecen.
Tip: una visita que permite vincular la historia natural con los desafíos de conservación actuales.
Por qué visitar museos de ciencias naturales
Estos espacios cumplen una función vital en la educación ambiental. Nos permiten conocer especies que quizá nunca veamos en vida. También nos ayudan a entender fenómenos ecológicos complejos. Nos permiten visualizar el impacto de nuestras decisiones diarias. Además, muchos museos trabajan en colaboración con científicos. También se asocian con comunidades locales para conservar colecciones vivas. Promueven el conocimiento y divulgan prácticas sostenibles.
En tiempos de crisis climática y pérdida de biodiversidad, los museos nos ofrecen una pausa reflexiva. Son un lugar para observar y aprender. También fortalecen nuestro compromiso con el planeta.
Visitar un museo es mucho más que ver vitrinas. Es sumergirse en la historia de la vida, entender la riqueza de nuestros ecosistemas y despertar una conciencia crítica. Este 18 de mayo, aprovecha la ocasión para reconectar con la ciencia y la naturaleza.


