Endulzante de té negro

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¿Y si te dijera que el té también puede endulzar? Más allá de la infusión que reconforta, el té negro es un aliado potente en la cocina consciente. Hoy te comparto cómo preparar un endulzante líquido casero con té negro, ideal para postres, bebidas frías o calientes, panqués o lo que se te antoje endulzar… naturalmente.

Este jarabe infusionado es una alternativa al caramelo, al azúcar refinada y a los jarabes comerciales. ¿Lo mejor? puedes adaptarlo a tu gusto con especias o frutas, así que vamos a por la receta.

Ingredientes

1 taza de agua purificada
2 cucharadas de té negro en hoja (o 3 bolsitas)
¾ taza de azúcar de coco, mascabado o panela rallada
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 pizca de sal marina fina
1 rama de canela (opcional)
2 clavos de olor (opcional)
Unas tiras de cáscara de naranja seca (opcional)
Jengibre fresco o seco (opcional)

Procedimiento

Infusiona el té negro: hierve el agua, retira del fuego y añade el té. Deja reposar tapado por 7 a 10 minutos para una infusión concentrada.
Cuela el té (si usaste hojas sueltas).
Regresa la infusión al fuego bajo, añade el azúcar, la sal y los extras si los usarás.
Cocina lentamente, removiendo con cuchara de madera hasta que el azúcar se disuelva completamente.
Continúa a fuego bajo durante 15 a 20 minutos, hasta que espese ligeramente y adquiera una textura tipo jarabe ligero.
Apaga el fuego, añade la vainilla y deja enfriar.
Vierte en un frasco de vidrio limpio y guarda en refrigeración por hasta 3 semanas.

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Consejos

Entre más tiempo infusiones el té, más carácter tendrá tu jarabe.
Si deseas un sabor más intenso y oscuro, deja que reduzca más tiempo (sin llegar a quemar el azúcar).
Este endulzante es ideal para café frío, lattes veganos, smoothies, o incluso para marinar frutas o pincelar pasteles.
Puedes hacer una versión sin especias para usar como base neutra, o jugar con sabores según la estación.

El té negro nos conecta con la pausa, el calorcito del alma y los sabores con historia. Transformarlo en un endulzante es otra forma de reconectar con lo natural. También es una manera de volver a lo casero. Es descubrir nuevas formas de cuidar nuestro cuerpo con lo que nos da la tierra.

¿Te animas a probarlo? ¡Cuéntanos cómo lo usaste o compártenos tu versión especiada favorita!