
El lunes siguiente, una nueva hoja apareció pegada en la cartelera del salón 2-B.
Era simple: papel blanco, letras negras, sin firma. Solo decía:
“Ya hay un cuarto. ¿Sabes quién sigue?”
Nadie pareció notarlo. Excepto Elías.
Desde que Denise desapareció, algo no encajaba. Él había leído el cuaderno. Lo hojeó cuando ella lo dejó sobre el pupitre, sin querer cerrarlo. Recordaba la secuencia de letras que ella anotó.
N – O – _ – I – D – A – R – G – _ – S – E – _ – S – A – V – E – L – A
No fue difícil. Lo miró al revés:
A L E V A S E S G R A D I O N
Separado: A L E V A S E S | G R A D I O N
“No tiene sentido…”, pensó. Hasta que escribió la secuencia al revés, agrupada mejor:
ALEVASES GRADION
No. Espera.
Hasta que por fin:
“ALÉJATE SI SE GRABÓ”
Eso lo inquietó. ¿Qué había grabado Denise?
A la salida, volvió al cuaderno. Ya no estaba en el pupitre. Pero alguien —al parecer él mismo— tenía una nota en su mochila:
“Si estás leyendo esto, eres parte del juego. Pista 1: detrás del espejo. Pista 2: Jairo lo dejó todo numerado.”
¿Quién es Jairo?
En la biblioteca, buscó entre los archivos digitales. Nada. Pero en una cartelera oxidada del edificio B encontró algo más:
🎙 CLUB DE AUDIO EXPERIMENTAL
Martes y jueves, aula subterránea 1
Jairo Ramírez – encargado
Última actualización: 2018
¿Aula subterránea? Eso no existía… o al menos, no en los planos actuales.
Salió y fue al croquis viejo junto a enfermería. Ahí estaba: un pasillo tachado, al fondo de la biblioteca. Al final, una escalera. Y al final de esa, Archivo S-1.
Esa tarde, volvió.
Empujó la estantería falsa. Bajó por la escalera oscura. El aire olía a polvo y electricidad.
La puerta azul no tenía cerradura. Dentro, casetes apilados, grabadoras viejas, carpetas con polvo y una tela negra cubriendo un espejo de cuerpo completo. En la mesa central, una libreta con tinta roja:
“Jairo empezó grabando los sonidos extraños. Luego las voces se grabaron solas. El casete 199 fue el último.”
Revisó. Ahí estaba: Casete 199 – LUCÍA (última)
No había reproductor cerca que sirviera. Se lo llevó a casa.
Esa noche, en la vieja grabadora de su papá, escuchó la cinta.
[RUIDO BLANCO]
Voz 1 (femenina): “No toques el espejo si no estás listo.”
Voz 2 (varonil, distorsionada): “Fuiste tú. Aunque no lo recuerdes.”
Voz 3 (idéntica a Denise): “El número está en los cuadros.”
[ZUMBIDO AGUDO]
Voz 2 otra vez: “Tú eres el siguiente.”
Elías pausó la cinta.
¿Qué número?
Buscó entre las fotos de su celular. Una que tomó en la sala de arte, donde se veían tres cuadros colgados torcidos. Uno de ellos tenía una esquina marcada con plumón: un número.
«77»
Volvió al cuaderno. En la página 31, recién añadida, había una nueva lista.
Esta vez no solo nombres. También números.
- Lucía (57)
- Humberto (61)
- Sofía (69)
- Denise (??)
- —
¿Denise era el «77»?
¿Y por qué están numerados?
En la última hoja, escrita en tinta negra, una sola frase:
“Si no resuelves el código, tú pones tu nombre en el lugar 5.”
Mientras guardaba el cuaderno, Elías notó algo pegado a su mochila: un post-it amarillo con esta secuencia:
10 - 5 - 20
1 - 9 - 18
5 - 12 - 9
15 - 19 - ?
Pensó que podía ser otro código.
Recordó que en clase les habían hablado del valor numérico de las letras en el alfabeto: A=1, B=2, C=3… Quizá la última línea era una palabra incompleta.
¿Qué palabra será? Y, sobre todo, ¿qué significa para él y para el misterio que ahora lo envuelve?
🧩 PISTAS A RESOLVER:
- ¿Cuál es el patrón que une los números de las personas desaparecidas?
Lucía (57), Humberto (61), Sofía (69), Denise (¿77?), y un quinto número faltante.
¿Qué número sigue? - El post-it con números: CopiarEditar
10 - 5 - 20 1 - 9 - 18 5 - 12 - 9 15 - 19 - ?Recuerda que cada número representa una letra (A=1, B=2, C=3…)
¿Qué palabra está oculta? Y cuál es la letra que falta en la última línea?
Resolver estas dos pistas será crucial para descubrir qué es el “Archivo S-1” y quién es el siguiente en la lista.


