
El acolchado o mulch es una capa de material que se coloca sobre la superficie del suelo en el huerto. La mayoría lo conoce como una técnica para reducir la evaporación y controlar malezas, pero lo que pocos saben es que también transforma el suelo, protege la vida microbiana y puede incluso aumentar la productividad de los cultivos.
Lo que no sabías del acolchado
- Regula la temperatura del suelo: en verano mantiene la tierra fresca y en invierno ayuda a conservar el calor.
- Evita la erosión: protege la capa superior del suelo del viento y la lluvia intensa.
- Aumenta la biodiversidad del suelo: crea un microhábitat para lombrices y microorganismos beneficiosos.
- Previene salpicaduras de agua: reduce el riesgo de que hongos y bacterias presentes en el suelo lleguen a las hojas.
- Favorece la descomposición lenta: algunos acolchados orgánicos liberan nutrientes poco a poco.
Tipos de acolchado
1. Orgánico (se degrada con el tiempo)
- Paja o heno.
- Hojas secas trituradas.
- Restos de poda.
- Compost grueso.
- Corteza de árbol.
Ventajas: enriquece el suelo al descomponerse.
Desventajas: hay que renovarlo periódicamente.
2. Inorgánico (no se degrada fácilmente)
- Grava o piedra volcánica.
- Mallas antihierba.
- Plásticos agrícolas (en cultivos específicos).
Ventajas: dura más tiempo y requiere menos mantenimiento.
Desventajas: no aporta nutrientes y puede alterar la temperatura en exceso.
Cómo aplicarlo correctamente
- Prepara el terreno: retira malezas y riega antes de colocar el mulch.
- Coloca la capa adecuada: 5 a 8 cm de grosor para materiales orgánicos; 2 a 3 cm para grava o piedra.
- Evita cubrir el tallo: deja un espacio de 5 cm alrededor de la base de la planta para prevenir pudrición.
- Mantén y renueva: revisa cada mes y añade material si el grosor disminuye.
Tip Lenteja: combina acolchado orgánico e inorgánico. Por ejemplo, usa una base de hojas secas y encima coloca piedra volcánica para fijarlo y mejorar la estética.
El acolchado no es solo una técnica para ahorrar agua: es un aliado silencioso que protege, nutre y fortalece el huerto durante todo el año.


