La alianza avanzaba entre la penumbra del bosque, la luz titilante de sus amuletos revelando un sendero incierto. La grieta, ahora cerrada, dejaba tras de sí un rastro de cicatrices en la tierra, pero la amenaza persistía en los rincones sombríos que habían surgido durante la reciente tormenta.
Los miembros de la alianza se movían en armonía, cada paso marcado por la confianza que habían forjado juntos. Luca lideraba el grupo con determinación, mientras Elara tejía hechizos protectores a su alrededor, Bastian mantenía alerta con su arco tenso y listo, y las manos sanadoras de Isabella irradiaban luz curativa.
Sin embargo, en el seno de la alianza, se gestaba una sombra que amenazaba con nublar la luz que los unía. Durante una noche oscura y sin estrellas, cuando las sombras eran más densas, un murmullo se deslizó entre los miembros del grupo. Fue entonces cuando Zephyr, el enigmático y sigiloso miembro, reveló sus verdaderas intenciones.
—Luca, la oscuridad ofrece un poder que ni siquiera puedes imaginar. ¿Por qué cerrar la grieta cuando podríamos aprovecharla para alcanzar nuevas alturas de poder?, insinuó Zephyr con una sonrisa retorcida, su amuleto destellando con una luz sombría.
La traición resonó en las palabras de Zephyr, una discordia inesperada que cortó el aire. Luca, incrédulo ante la revelación, enfrentó la encrucijada de la lealtad. El lazo que habían construido con esfuerzo y sacrificio ahora se tambaleaba sobre la traición de uno de sus propios compañeros.
—¿Zephyr, cómo puedes traicionar a aquellos que luchan por proteger a Vallesol? ¿Qué oscuro deseo te ha llevado a dar la espalda a la luz?, interrogó Elara, su voz resonando con decepción.
Zephyr, sin inmutarse, desató una ola de sombras que envolvieron su figura. Reveló su lealtad a las fuerzas oscuras, ansioso de abrir la grieta nuevamente y liberar un poder incontrolable.
—La debilidad es cerrar los ojos a las oportunidades que nos brinda la oscuridad. No entienden el verdadero potencial que yace más allá de la luz, espetó Zephyr, desafiante.
Luca, con el peso de la traición sobre sus hombros, se encontró en un dilema. La alianza se fracturaba en medio de la oscuridad que pretendían combatir. La lealtad de cada miembro estaba siendo sometida a la prueba más difícil.
—Zephyr, te ofrecimos nuestra confianza. Has elegido el camino equivocado, y ahora debemos detenerte, afirmó Bastian, su arco tenso apuntando hacia el traidor.
La noche se volvió más densa, la traición oscureciendo incluso las estrellas. La batalla entre la luz y la oscuridad se libraba no solo en los bosques, sino también en los corazones de aquellos que, unidos por un propósito noble, ahora se veían amenazados por la sombra de la traición. Luca, con una mirada cargada de determinación, se preparó para enfrentar la oscuridad, consciente de que la lealtad a la luz sería su mayor fortaleza en los momentos más sombríos.
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