Niño con disfraz de robot hecho con cajas de cartón y materiales reciclados, caminando orgulloso durante una fiesta escolar de Halloween decorada con calabazas y telarañas.
Anuncios

INFANTIL

En la Ciudad de México, en la colonia Condesa, la primaria «Frida Kahlo» estaba a punto de celebrar su gran fiesta de Halloween. Este era uno de los eventos más esperados por todos los alumnos. Este año, la escuela decidió hacer un concurso de disfraces. Los niños ya habían comenzado a planear sus atuendos con semanas de anticipación.

Entre los más entusiasmados estaba Emiliano. Era un niño creativo al que le encantaba inventar cosas. Siempre tenía ideas originales para sus disfraces. Emiliano había decidido que este año no iría disfrazado de algo común como un vampiro o un superhéroe. En su lugar, pensó en un disfraz de “robot reciclado” hecho con cajas de cartón y materiales reutilizados. Sin embargo, cuando compartió su idea con sus amigos en el recreo, las reacciones no fueron como esperaba.

—¿Un robot reciclado? —dijo Santiago, uno de los niños populares de la clase, frunciendo el ceño—. Eso suena raro. Todos se van a disfrazar de cosas chidas, como zombis y personajes de videojuegos.

—Sí, nadie va a entender tu disfraz —agregó Renata, mientras daba un mordisco a su sándwich. —Además, los disfraces de robots son aburridos.

Emiliano se sintió un poco desanimado por los comentarios, pero no dejó que lo afectaran demasiado. Él siempre había sido diferente y estaba orgulloso de ello. Sin embargo, al día siguiente, cuando llegó a la escuela, vio los disfraces planeados por sus compañeros. Entonces comenzó a dudar de su decisión. Había niños vestidos de momias, brujas, monstruos, y superhéroes. Nadie más parecía estar pensando fuera de lo común.

—Tal vez tengan razón —pensó Emiliano, mientras caminaba de regreso a casa. —¿Y si mi disfraz es demasiado raro?

Esa tarde, mientras trabajaba en su disfraz en la sala de su casa, su hermana mayor, Valeria, entró. Ella lo observó en silencio. Valeria era estudiante de la universidad. Ella siempre había alentado a Emiliano a ser él mismo, sin importar lo que los demás dijeran.

—Se ve increíble, Emi —dijo Valeria, sonriendo mientras observaba el robot de cartón en el que estaba trabajando. —¿Por qué tienes esa cara de preocupación?

Emiliano suspiró y bajó la cabeza.

—Es que… mis amigos dijeron que mi disfraz es raro. Que nadie va a entenderlo y que debería hacer algo más común.

Valeria se arrodilló junto a él y lo miró a los ojos.

—Mira, Emiliano, siempre habrá personas que no entiendan tus ideas, y está bien. Lo importante es que te guste a ti. Ser diferente no es malo; de hecho, es lo que hace al mundo más interesante. ¿Te acuerdas de lo que dijo mamá una vez? —dijo Valeria, recordándole a su hermano un consejo de su madre.

Emiliano asintió lentamente.

—Sí, que las mejores ideas suelen ser las que nadie entiende al principio.

Valeria sonrió y le dio una palmadita en la espalda.

—Exactamente. Así que si a ti te gusta ser un robot reciclado, entonces sé el mejor robot reciclado que puedas ser. Además, este disfraz no solo es creativo, sino que también envía un mensaje sobre el reciclaje y cuidar nuestro planeta. ¿No es genial?

Emiliano sonrió, sintiéndose un poco más animado. Pasó toda la tarde terminando su disfraz. Agregó luces y detalles que hicieron que su creación se viera aún más impresionante. Estaba listo para mostrarle al mundo su idea.

El día de la fiesta de Halloween, la escuela estaba decorada con telarañas, calabazas y luces de colores. Los niños llegaron emocionados, mostrando sus disfraces mientras los padres tomaban fotos y los maestros organizaban los juegos y actividades.

Anuncios

Emiliano llegó con su disfraz de robot reciclado, sintiéndose un poco nervioso, pero al mismo tiempo emocionado. Al principio, algunos de sus compañeros lo miraron con curiosidad y algunos incluso se rieron.

—Miren, es el robot raro de Emiliano —se burló Santiago, riendo con sus amigos.

Pero Emiliano no se dejó intimidar. Caminó con confianza por el patio, mostrando su disfraz con orgullo. Al poco tiempo, la burla comenzó a convertirse en admiración.

—¡Wow, se encienden las luces! —exclamó Sofía, una niña que estaba vestida de bruja. —Eso está muy cool.

—¿De verdad lo hiciste con cajas de cartón? —preguntó Leonardo, vestido de vampiro, tocando uno de los brazos del robot.

Emiliano asintió y les explicó a todos cómo había utilizado materiales reciclados y piezas viejas para armar su disfraz. De repente, lo que había sido objeto de burla se convirtió en la sensación de la fiesta. Hasta Santiago, quien al principio se había burlado, se acercó con curiosidad.

—Eso está chido, Emi —admitió Santiago, encogiéndose de hombros—. Yo no podría haber hecho algo así.

Emiliano sonrió, sintiéndose aceptado y, más importante aún, feliz de haber sido fiel a sí mismo. Cuando llegó el momento del concurso de disfraces, el jurado se tomó su tiempo para deliberar. El jurado estaba compuesto por algunos maestros y padres de familia. Todos los niños esperaban con ansias el anuncio del ganador.

—Y el primer lugar en el concurso de disfraces de este año es para… ¡Emiliano y su robot reciclado! —anunció la directora con entusiasmo.

Emiliano no podía creerlo. Subió al escenario con una gran sonrisa, mientras sus amigos lo aplaudían y gritaban su nombre. Había ganado no solo por la originalidad de su disfraz, sino también por el mensaje positivo sobre el reciclaje y la creatividad.

Al final de la fiesta, mientras Emiliano regresaba a casa con su hermana, le dijo:

—Gracias por recordarme que está bien ser diferente, Vale.

Valeria sonrió y lo abrazó.

—Siempre, Emi. El mundo necesita más personas como tú, que no tengan miedo de ser ellos mismos.

La verdadera belleza de Halloween, y de la vida en general, está en la diversidad. También está en la capacidad de cada uno para expresar su individualidad. No se trata de encajar en un molde o de hacer lo que todos los demás hacen. Se trata de ser auténtico y de valorar lo que hace a cada uno único. Aceptar y celebrar las diferencias es lo que enriquece nuestras vidas y nos ayuda a aprender unos de otros.

+CUENTOS CORTOS
JUEGOS LENTEJA
Anuncios

Una respuesta a “El valor de la diversidad en Halloween”

Replica a superbe46a57cfec Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde BlogLenteja

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo