
San Valentín nos llena de amor, gestos románticos y, en muchas ocasiones, hermosos ramos de flores. Aunque estas flores tienen una vida efímera, es posible darles una segunda oportunidad convirtiéndolas en plantas duraderas. A continuación, te contamos cómo hacer que tus flores cortadas echen raíces para disfrutarlas por mucho más tiempo.
1. ¿Qué flores funcionan mejor?
No todas las flores cortadas pueden enraizar con facilidad. Algunas de las más exitosas incluyen:
- Rosas
- Claveles
- Crisantemos
- Geranios
2. Materiales necesarios
- Una flor cortada fresca
- Tijeras de jardinería limpias y afiladas
- Hormona de enraizamiento (opcional, pero recomendable)
- Un frasco de vidrio con agua limpia o una maceta con tierra húmeda
- Bolsa de plástico transparente (para crear un mini invernadero)
- Tierra para macetas rica en nutrientes
3. Procedimiento paso a paso
Preparación de la flor
- Elige un tallo saludable: Corta unos 15 cm del tallo. Es preferible hacerlo justo por debajo de un nudo. Es el lugar donde emergen las hojas.
- Elimina las hojas inferiores: Retira las hojas de la parte inferior. Esto es para que no queden sumergidas en el agua o enterradas en la tierra. La inmersión podría causar pudrición.
- Corta el extremo en ángulo: Haz un corte en diagonal para maximizar la superficie que absorberá agua o nutrientes.
Opciones para enraizar
En agua:
- Llena un frasco de vidrio con agua limpia.
- Coloca el tallo, asegurándote de que el extremo esté sumergido.
- Cambia el agua cada dos días para prevenir el crecimiento de bacterias.
- Coloca el frasco en un lugar luminoso, pero evita la luz directa del sol.
En tierra:
- Sumerge el extremo cortado en hormona de enraizamiento para estimular el crecimiento de raíces (opcional).
- Planta el tallo en tierra húmeda, asegurándote de que esté firme pero no compactado.
- Cubre la maceta con una bolsa de plástico transparente para mantener la humedad alta.
- Coloca la maceta en un lugar cálido y con luz indirecta.
El proceso de enraizamiento puede tomar entre 2 y 6 semanas. Durante este tiempo, revisa el estado del agua o la tierra. Asegúrate de que no se seque. También verifica que no haya signos de pudrición.
4. Trasplante
Observa raíces de al menos 2-3 cm de largo. En ese momento, puedes trasplantar la flor a una maceta más grande. También puedes llevarla directamente al jardín.
Consejos
- Usa agua filtrada o de lluvia para evitar que el cloro dañe el tallo.
- Si enraízas en tierra, asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje.
- Ten paciencia y no te desanimes si no todas las flores logran enraizar.
Dale una nueva vida a las flores de San Valentín. Convierte un gesto romántico en un proyecto sostenible y lleno de vida.


